SANTA LUCÍA EN VILLANUEVA DEL DUQUE, EXPRESIÓN POPULAR DE SU FE
Nombrar a Santa Lucía en Villanueva del Duque, es por así decirlo, el punto de referencia de fe y religiosidad popular con más arraigo entre los villaduqueños, que llegado su día, de una u otra forma, se involucran con la fiesta.
Es habitual, el que los padres, nada más nacer su hijo, si éste es varón, sea inscrito entre los Hermanos de santa Lucía, sabiéndose responsables de una tradición de siglos, mantenida y vivida dentro de la fe.
La celebración comienza en las vísperas de la Santa, es decir, cuando a las tres de la tarde, las campanas de la Iglesia Parroquial de San Mateo comienzan a repicar, dando la impresión de que en éste día, se hacen de rogar para empezar a voltear.
Es habitual, el que los padres, nada más nacer su hijo, si éste es varón, sea inscrito entre los Hermanos de santa Lucía, sabiéndose responsables de una tradición de siglos, mantenida y vivida dentro de la fe.
La celebración comienza en las vísperas de la Santa, es decir, cuando a las tres de la tarde, las campanas de la Iglesia Parroquial de San Mateo comienzan a repicar, dando la impresión de que en éste día, se hacen de rogar para empezar a voltear.
Una vez que los vecinos, que esperando en las calles, las oyen, el Hermano Primero, que ostenta el honor de portar el Bastón de Mando de la Hermandad, empieza a lanzar cohetes al aire, avisando al resto de los hermanos para que lo hagan. Así, lo hará el Hermano Segundo, que porta el Junco; el Hermano Tercero, que porta la Bandera de la Hermandad, y por último, el Hermano Cuarto o de la Alabarda, que es también el encargado de los tambores, que prácticamente, ya no dejarán de sonar en dos días.
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Es también tiempo para los últimos preparativos en las casas de los hermanos, los detalles de las mesas de los convites, y por supuesto la descarga del remorque de aulagas recogidas días antes en el campo por los amigos y familiares, y que en pocas horas, empezarán a ser quemadas para a su alrededor, charlar, bailar y porqué no, hablas con aquellas personas que hace tiempo que no se ven.
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Pero hasta que llegue este momento, a la hora convenida entre los Cuatro Hermanos Mayores del Año, se procede a la primera recogida, por así decirlo, oficial, para participar en el último día del Triduo en la Parroquia. El orden de recogida, será partiendo siempre del domicilio del Hermano de la Alabarda o del Tambor, que irá recogiendo al Abanderado (3º); al del Junco (2º) y por último, al del Bastón (1º), para ir todos ellos al templo, portando sus respectivas Insignias, las cuales no cederán a nadie. En cada una de las salidas y entradas, los escopeteros lanzarán salvas en señal de que el Hermano Mayor, está o sale de la casa.
Finalizados los cultos, regresarán a sus respectivos domicilios, siendo acompañados en el orden inverso al que fueron recogidos, quedando por último el del Tambor, como ya se decía.
Cada uno de ellos, junto a sus familiares y amigos, esperan ansiosos que las campanas parroquiales toquen a ánimas, momento en el que el Hermano del Bastón, prenderá el candelorio de aulagas en la puerta de su domicilio, avisando al resto de los hermanos que lo ha encendido lanzando cohetes, de modo que se irán prendiendo progresivamente.
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Apenas empiezan a arder las aulagas, sabiamente echadas para ser quemadas, de nuevo los tambores avisan de que comienza la cata del vino, en la que en el orden habitual, los Hermanos se volverán a juntar, para degustar los vinos que se servirán el día de la Santa, en el Convite de Hermandad del día trece, pero en esta ocasión sin portar las Insignias.
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Este ritual, no está marcado por un tiempo concreto, sino que de modo distendido, se charla y bebe hasta que de nuevo se procede al regreso a sus domicilios, en el orden inverso al de su recogida, y es a partir de ahora, cuando dispondrán de un tiempo para estar con los familiares, amigos y vecinos que alrededor del fuego, mitigan el frío de la noche invernal, gracias a las rondas de tostados, altramuces y sobre todo al vino de la tierra, el pitarra.
Llega el día trece, fiesta de Santa Lucía.
Hace pocas horas que las cenizas del candelorio se han recogido para dejar todo limpio para el Convite de Hermandad, cuando a las seis de la mañana, el Hermano del tambor inicia la recogida de los Hermanos Mayores, para lo que se conoce como la cata del anís. Allí, cada uno en sus domicilios, invitará a la típica copa de licor, café y mantecados. Al terminar la última invitación, los Hermanos Mayores se irán quedando en sus casas, para prepararse para el gran día.
Hace pocas horas que las cenizas del candelorio se han recogido para dejar todo limpio para el Convite de Hermandad, cuando a las seis de la mañana, el Hermano del tambor inicia la recogida de los Hermanos Mayores, para lo que se conoce como la cata del anís. Allí, cada uno en sus domicilios, invitará a la típica copa de licor, café y mantecados. Al terminar la última invitación, los Hermanos Mayores se irán quedando en sus casas, para prepararse para el gran día.
Mucho antes de que se procesione a Santa Lucía, los Hermanos Mayores con sus Insignias, ya reunidos, irán recogiendo a las autoridades locales, que habían invitado el día de la Inmaculada, y lo harán en el siguiente orden: Comandante de Puesto de la Guardia Civil; Juez de Paz; Alcaldesa y por último al Consiliario de la Hermandad, y todos juntos hasta la Parroquia, dando comienzo la procesión, en la que los Hermanos Entrantes, portarán la bendita Imagen, reservando el varal derecho delantero, para el que será Hermano
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Primero dentro de dos años, y será así para la salida y entrada al templo, pues durante el recorrido, pueden ceder el puesto a otros hermanos que deseen llevarla.
El cortejo procesional lo abrirá el Hermano Segundo de dentro de dos años, que llevará la Cruz Parroquial, y el Hermano Primero Entrante, portará el estandarte de la Hermandad. Delante de la Santa, los Cuatro Hermanos Mayores, e inmediatamente delante de ellos, los dos Hermanos tamborileros que no dejarán de repicar en todo el día. |
Tras la Santa Misa, todos los miembros de la Hermandad, cuyo distintivo actual es una medalla con la efigie de Santa Lucía prendida de una cinta roja, y colocada en el lado izquierdo de la solapa, (existen otras medallas, que detallaremos en otro artículo) , participarán en cada uno de los cuatro Convites de los Hermanos Mayores degustando tostados, altramuces y vino fino, servido en templaderas de plata, que pasan de unos a otros. También, al ser un acto fraterno, para los niños, y aquellos hermanos que lo deseen, pueden tomar vino sin alcohol, bien en templaderas, o en los singulares porrones de cristal.
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Al mismo tiempo que se realiza este Convite, dentro de la casa, los Cuatro Hermanos Mayores, acompañados de las Autoridades, toman unos aperitivos, que de mutuo acuerdo, han decidido los anfitriones, de modo que ninguno destaque o se le obligue a gastos que le sean inapropiados.
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Así, a la entrada de la casa, se prepara otra mesa, en la que los Hermanos Entrantes, de pie, custodiarán, mientras dura en Convite , las Insignias que a cada uno le corresponderá portar el año siguiente, hasta que finalizado este, de nuevo se las devolverán a los Mayores. Es de destacar, que mientras se realiza el Convite, en el domicilio tan solo pueden estar los dos tamborileros, y nadie más, “so pena de levantar el Convite”. Una vez finalice, ya es libre la familia de invitar a quienes quieran.
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Mientras, los hermanos que lo deseen, revolotean la Bandera al repique del tambor, haciendo divertidas y arriesgadas volteretas, tras la cual, la besarán.
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Terminado el Convite, los Hermanos Mayores, irán dejando a las Autoridades en sus respectivos domicilios, en el orden inverso al de su recogida, es decir, al Consiliario, a la Alcaldesa, al Juez de Paz, y por último, al Comandante de Puesto de la Guardia Civil.
Tras ello, a la casa del Hermano Mayor Primero Entrante, a quien se le entregará el Bastón. Después, al Segundo, al que se le cederá el Junco; al Tercero, la Bandera, y al Cuarto, la Alabarda, y los tambores.
Y casi terminada la fiesta, aún quedan cohetes y salvas para recordar que en Villanueva del Duque, hoy es su día grande, el DÍA DE SANTA LUCÍA. José Caballero Navas
Tras ello, a la casa del Hermano Mayor Primero Entrante, a quien se le entregará el Bastón. Después, al Segundo, al que se le cederá el Junco; al Tercero, la Bandera, y al Cuarto, la Alabarda, y los tambores.
Y casi terminada la fiesta, aún quedan cohetes y salvas para recordar que en Villanueva del Duque, hoy es su día grande, el DÍA DE SANTA LUCÍA. José Caballero Navas